--- Cómo Escogemos qué Beber ---

Cada quien tiene una bebida favorita. ¿Pero qué nos hace preferirlas?
¿Están nuestros hábitos en materia de bebidas siendo manipulados en forma inconsciente? Beber es uno de esos pequeños placeres de la vida, una expresión de lo que deseamos, de nuestra libertad. Un poquito de abandono en una copa. Claramente valoramos nuestro derecho a beber algo que nos gusta. Es la razón por la que la Ley Seca fracasó en forma espectacular en Estados Unidos.

Las bebidas que elegimos generalmente no son, de hecho, de nuestra elección. Aún peor, a veces somos manipulados constante e inconscientemente para que bebamos algo que otro quiere que bebamos.

Éstas no son habladurías de borracho, para nada. Es una conclusión que se ha estado destilando en un número de fríos y sobrios estudios científicos sobre lo que influye sobre nuestro comportamiento en materia de bebidas.

Incluso la forma del vaso en que la cerveza o el vino son servidos influye en la velocidad con que bebemos. Y la industria del alcohol juega con estos factores. Al hacerlo, juega con nosotros, dejándonos mareados en el proceso.

A primera vista, es difícil entender cómo puede deslumbrarnos el color de una bebida. La ginebra es transparente, la cerveza es color ámbar, el vino tinto es rojo. La evidencia está a la vista.

Pero el color de una bebida afecta la percepción que tenemos sobre su capacidad para aplacar la sed, según un estudio publicado en la revista especializada Food Quality and Preference Journal. Y esto, a la vez, puede cambiar según el vaso en que la contiene.

Para probarlo, los investigadores sirvieron bebidas en vasos de distintos colores. Cuando se pidió a un grupo de sujetos que escogieran su preferido, un número significativo optó por vasos azules o verdes. Los colores "fríos" fueron considerados más efectivos para satisfacer un cuerpo sediento. Esto explica por qué muchas de las mezclas baratas conocidas como 'alco-pops' son azules o verde brillante.

Hasta el hecho de que el nombre de la bebida incluya un color, como "coctel pájaro azul" o "azul eléctrico", nos atrae.

El precio es otro elemento que podría estarnos jugando una jugada a la hora de elegir qué beber. Mientras más cara cuesta una bebida, más se elevan nuestras expectativas. Parece natural: si pagamos más por una champaña esperamos que sepa mejor.

Un estudio de la Universidad de Stanford y el Instituto de Tecnología de California (aparecido en la publicación National Academy of Sciences) concluyó que nuestra apreciación de una botella de vino se ve afectada directamente por cuán costoso nos dicen que es, más que por su precio real.

Así, tendemos a creer que el vino caro es mejor, sin importar si en verdad lo es. Eso nos deja vulnerables a la explotación. No sólo serían quienes fabrican bebidas alcohólicas los que estarían jugando un poco con nosotros, sino también aquéllos que nos las sirven.

La forma de un vaso de cerveza influye en la velocidad en que la tomamos, según una investigación realizada por la Universidad de Bristol. Un vaso curvado dificulta percibir cuánto líquido queda adentro, así como darse cuenta de cuándo se ha tomado más de la mitad. En consecuencia, bebemos más rápido.

Otro estudio encontró que los vasos cortos y anchos producían un efecto similar. Con éstos es más difícil juzgar el volumen, así que servimos más en ellos que cuando usamos copas delgadas y altas. Del mismo modo, complica controlar el ritmo de bebida. De hecho, hace que uno se pregunte quién está marcando ese ritmo, si uno o quien fabricó o sirvió el vaso.

Algunos locales lucen descuidados, apenas un montón de mesas y sillas desperdigadas anárquicamente, y nos encantan por su 'carácter'. Otros responden a un diseño cuidadoso, con paredes pintadas de cierta manera, videos y música.

Suele no tratarse de una casualidad, porque el ambiente de los sitios donde bebemos afecta cómo bebemos. Dueños y diseñadores lo saben.

Un estudio publicado en la revista Food Quality and Preferencemostró que tocar música latina impulsa inconscientemente a la gente a escoger bebidas que 'suenan' latinas, como piña colada, margarita o cerveza.

Beber en casa, lejos de estas influencias ubicuas y penetrantes, implica ir al supermercado o licorería por nuestra bebida favorita. Los dueños de las tiendas colocan el alcohol estratégicamente en las estanterías para llamar nuestra atención y limitar nuestras opciones.

Se ha convertido algo común la venta de vino junto a comidas de microondas o en los refrigeradores de comidas listas para llevar, dice una organización británica dedicada a enfermedades del hígado, British Liver Trust,en un informe sobre alcohol.

Según el centro que monitorea el mercado de alcohol en Europa, la manipulación ahora se está extendiendo a los niños.
Fabricantes de bebidas están añadiendo sabores alcohólicos a comidas destinadas a menores de 18 años.

La idea es que se familiaricen con el sabor. Y al asociar así marcas con gustos, los fabricantes crean lealtad hacia marcas de alcohol mucho antes de que se hayan iniciado en el campo de la bebida.

¿Es Importante Aprender a Programar?

Repazando el tema de la educación acerca de la computación que en la actualidad se emplea en la gran mayoría de las instituciones educativas, es la mas básica que se pueda imaginar.
Muy deficiente y hasta tedioza(en algunos casos), esto es lo que nos hace a algunos investigar y aprender por nuestra cuenta. Es difícil empezar algo con la ayuda de un texto sin nada que nos sirva de forma visual, ademas los sistemas y programas cambian constantemente, tanto así que de un sistema operativo a otro las aplicaciones se renuevan y re-diseñan o se pierden y dejan de producirse.

La educación empleada solo nos permite desempeñarnos en actividades de "secretaria" y eso es lo único que se enseña en un curso de computación normal, que en lo personal es algo que está mal.
Ademas debemos cambiar la forma de aprender para dejar que las personas aprendan y no olviden lo aprendido.

Hablando un poco sobre la programación como parte de la formación hay un articulo que escribió Emilio Rosenblueth Deutsch Dr. en Ingeniería acerca formación del ingeniero.
En el que postula...
"Hemos visto cómo la mente del estudiante se distorsiona cuando se orienta mucho hacia el cómputo. Cito a Heberto Castillo: "hay quienes usan las computadoras; otros usan la cabeza". Abundan los estudiantes que emplean programas y paquetes sin entender su funcionamiento y sin captar el problema que pretenden resolver.
Se quedan impávidos cuando el resultado yerra en tres órdenes de magnitud, tirantes negativos en canales, temperaturas de menos 5 grados Kelvin o probabilidades mayores que uno ("Eso me da la computadora", dicen) y son incapaces de la más mínima modificación al programa para adaptarlo a condiciones realistas."

Y lo que pasa es que desde hace años, para acercar a la gente a la computación, se les dan cursos de programas populares, tales como hojas de cálculo o procesadores de palabras, pero queda claro que el cómputo es mucho más que eso. Como una introducción al mundo de la computación parece haber dado resultados, pero quizás ahora se requiera un paso mayor.

Dicho en otras palabras, no solamente usemos la capacidad de cómputo que tenemos, sino que seamos capaces ahora de sacarle más provecho. Una analogía puede ser útil aquí. Muchos de nosotros manejamos un automóvil pero… ¿cuántos sabemos cómo es que funciona siquiera un motor de combustión interna? Usar el auto no tiene mucho problema, pero cuando se descompone en medio de la calle, tal vez un pequeño truco técnico podría salvarnos y hacer que funcionara de nuevo. Esto es lo que hay que hacer en el aprendizaje en cómputo: enseñar a programar.

Las computadoras se manejan con un código, que no son más que ceros y unos, pero estos son complicados de manejar por los seres humanos. Por ello, se han inventado capas que abstraen esos ceros y unos en instrucciones precisas que hacen algo muy particular dentro del sistema. La combinación de esas instrucciones forman los programas que usamos y que finalmente sacan provecho a la gigantesca capacidad de cómputo de que hoy disponemos.

Por ello hay que aprender un lenguaje de computadora. Hay muchos, y de acuerdo a lo que queramos aprender, podemos iniciar con uno de los más sencillos, como BASIC, o bien, pasarse a lenguajes más sofisticados, que dan más prestaciones y poder a los programadores. Hay pues, que diseñar un nuevo currículum en donde quien ya pasó por esta etapa de acercamiento a la computadora, no se sienta ajeno al mundo de la programación. Por ello es importante analizar qué tipo de lenguajes enseñar y cuáles dejar para el futuro.

El punto en el fondo es que entendamos que nuestras ideas pueden acomodarse en los circuitos de la computadora para hacer algo útil o divertido. Tenemos que aprender a expresar nuestros pensamientos en el lenguaje de las máquinas. Esas son las habilidades que se necesitan hoy en día para innovar e inventar las nuevas tecnologías.

Hay quienes creen que esto solamente se estudia en una carrera ingenieril, pero quien haya programado se dará cuenta de inmediato que se necesitan formas de resolver problemas y de alguna manera hay que imprimir arte en nuestras ideas para verlas reflejadas en los programas que podamos producir.

Es en gran medida como hacer una escultura. Los datos, el código, como si fuera un pedazo de barro se manipula, se explora, se siente entre tus dedos, y de convierte en algo con significado. Es una disciplina artística: comienzas haciendo bocetos y después trabajas sobre ellos hasta que emerge una estructura final.

Esto suena hasta poético y hay que ser realistas: hay mucho también de ingeniería de software y del cómo se analizan los sistemas de cómputo, pero en esencia, muchas veces podemos programar una aplicación que nos interese en particular y aunque no sea muy eficiente, nos dé la posibilidad de resolver un problema que de otra manera quedaría por resolverse.

No es pues solamente hacer las cosas más rápidamente, sino el permitirse pensar diferente, en pensar en nuevas ideas. El mundo moderno necesita gente que piense en formas novedosas de hacer lo que siempre se ha hecho. Así ha nacido toda la tecnología que vemos y que usamos frecuentemente ya casi naturalmente. Y como dice Bloomberg “La educación debería girar en torno a cómo pensar en este nuevo mundo”.

Puedo decir queProgramar ha sido una de las cosas mas útiles que e tenido en cuanto a conocimientos..... no solo por el beneficio implícito de saber programar si no por la manera en que te abre la mente a la solución de problemas inherentes al ejercicio de la profesión en la que te desenvuelvas o como tema de tesis o simplemente mejorar los programas ya existentes.

Cualquiera que maneje un lenguaje de programación como el que usa cualquier programa de office podrá darme la razón, ya que el poder de uso y utilidad se dispara de manera exponencial ya que por ejemplo puedes adaptar Excel a tus necesidades y no limitarlas a lo que el programador originalmente desea.

Orgullosamente GRINCH

Saludos estimado lector, en esta ocasión no vengo a promulgar la "verdad" sino a darles algunas reflexiones, las cuales tienen que ver con lo escrito en este, mi blog personal, el año pasado. Y que en este momento y dadas las fechas en que nos encontramos me daré a la tarea de compartir.

Dentro de apenas unas horas, llega la Navidad. Esa época en la que se es mas falso con los demás. ¿Acaso por ser Navidad tenemos que cambiar nuestra manera de ser para intentar ser más "agradables"?

No creo que la Navidad entendida como una fiesta decembrina en la que nace el "niño dios" sea una fecha para celebrar.
Y no lo creo, porque bíblicamente, Jesús no nació un 25 de diciembre. De acuerdo con estudiosos de estos temas cristianos, la fecha del nacimiento de Jesús se puede inferir con base en los datos del nacimiento de Juan. No abordaré estos aspectos aquí pero ha quedado demostrado por la ciencia y por la Biblia que Jesús no nació en diciembre.
Sin embargo, las costumbres se imponen. Las tradiciones también. Lo hacen por un propósito: corromper la fe y exponer una tradición como actividad lícita cuando en realidad la fe condena estas tradiciones.

Además, podría incluir una postura crítica que afirma que estas fechas, evidencian con mucho, el abismo existente entre ricos y pobres, entre negros y blancos, entre nacionales e inmigrantes. Entre los poderosos y los vencidos.

Es una fecha clásica para gastar lo que no se tiene, para presumir lo que no existe, para fingir creer cuando se es incrédulo. Pero también es una fecha que vierte cientos de historias. Para cada creencia, la Navidad es un motivo, no un fin y en eso estriba el error y mi falta de solidaridad con las fiestas decembrinas.

Millones de arbolitos de navidad cortados sin ninguna conciencia ecológica y sin pensar en el daño que hacemos a la naturaleza y por consiguiente a nosotros mismos, todo por un estúpida tradición para que luego acaben tirados en la basura o en cualquier lado, luces por toda la ciudad para intentar disfrazar anuncios de paz y hermandad que después de nada valdrán.

Las ciudades se transforman en gigantes luminosos atestadas de gente con bolsas yendo de un lado para otro, mientras en la televisón y los periódicos nos bombardean con anuncios dándonos ideas en las cuales gastar nuestro aguinaldo (eso los que tengan la suerte de tener un trabajo y por lo tanto poder tenerlo). Pero, ¿cuál es el sentido de la navidad?

El motivo es el regalo, no el amor. El motivo es la cena, no la convivencia. El motivo es el gasto consumista, no la necesidad de adquirir un bien en particular. El motivo es el vino, la cerveza, el tequila, no la construcción del espíritu humano. El motivo no es la gloria para Dios, sino el quitársela bajo otros parámetros. El motivo es hacer evidente que los ricos viajan a cualquier parte del mundo mientras que los pobres deberán de consolarse con estar en sus casas.



Diciembre y sus fiestas, me recuerdan que el último mes del año es el de más alto consumo de electricidad en los hogares mexicanos. Lamentable, si consideramos que el nuestro es un país en donde la gasolina y la electricidad cuestan cada vez mas.

Este mes, corrompido por los poderosos y por las instituciones humanas, es el mes en el que más negocios en la política se hacen. Aquí se reparte el presupuesto sin ningún elemento de eficacia, eficiencia, transparencia y orden público. Es el motivo perfecto para discusiones políticas huecas. Aquí, los dueños del dinero aprovechan para cobrar facturas a los políticos en todos los niveles.

Los detalles que se regalaban antes han dado paso a computadoras, consolas de videojuegos, televisiones…etc. Los regalos ya no se miden por su significado, sino solo por su dinero o alto costo. Por todos lados se nos recuerda que estamos en navidad. No para que seamos felices, no para recordar las creencias religiosas de nadie, no para unirnos a nuestra familia y a nuestra gente, sino para que no nos olvidemos de comprar.

Los regalos, la lotería, las cenas, y porque no, que nos demos un caprichito para nosotros, pero ante todo comprar. Se le recuerda al que no tiene dinero que eso da igual, que nadie se va a acordar de él por sentimientos familiares o amistosos, que si quiere ser alguien en estas fiestas tiene que comprar y regalar. Desde las administraciones públicas y los centros comerciales se hace un gran esfuerzo para recordarnos a todos cual es el nuevo espíritu navideño, y que vayamos preparando las tarjetas de crédito.

Si durante todo el año no he saludado a gente que para mí, "ni me va ni me viene", porque simplemente no entran en mi vida para nada, ya han salido de ella, o ha sido decisión mía alejarme de ellas; ¿Por qué ahora iba a ser distinto? ¿Acaso tengo que desearle feliz navidad a mis enemigos para que santa o los reyes magos me traigan un regalo?...

Creo que si deseamos que alguien tenga Feliz Navidad, tiene que ser porque nos nace del corazón, porque sentimos que esa persona merece pasar unas felices fiestas y entrar en un año lleno de alegría y buenas esperanzas, o porque simplemente te da la gana, pero a esas personas que nos han hecho daño, que nos han fallado, que nos han traicionado, o incluso nos han deseado el mal en alguna ocasión... ¿Desearles feliz navidad? ¿Por qué o Para qué?...

La navidad es para compartirla con la familia, y con los verdaderos amigos, ¿No?. Esos que saben estar ahí cuando los necesitas, y los que no te traicionan en cualquier otra fecha y en diciembre por ser navidad, ya quieren hacer las paces....putos hipócritas.

Y hablando de las familias, ¿qué ocurre con ellas, con la solidaridad?.

Muchos me podrán objetar que las familias se juntan, que los parientes que no se ven en mucho tiempo pasan una o dos noches juntos. Al fin y al cabo algo persiste del sentimiento original de estas fiestas, pero realmente, ¿qué sentimiento familiar es el que hay?.

"Familiares" que invaden la intimidad de nuestros hogares atraídos por el compromiso de estas fechas tan señaladas y que en muchos de los casos vienen a huevo.
 
Familias rotas, muchas de ellas por el dinero, por hijos que no han heredado lo que querían, por hermanos que no han compartido lo que los otros exigían, por traiciones, abuelos olvidados en este pozo sin fondo de materialismo y egoísmo.

Familias que tratan de fingir por una noche que son realmente familias, aunque en la mayoría de los casos se reduzca a una competición para ver quién ha conseguido durante el año mejores coches, casas, trabajos, etc.

Atracones de comida, sentimientos fingidos y falsos, y al día siguiente todo olvidado, nuevamente cada uno con su vida, a pensar que es lo próximo que se pueda comprar, o cual es la forma más rápida de conseguir dinero, aunque sea pisando a tu propio hermano o padre.

Creo que muchas personas han perdido el verdadero significado de las navidades. Yo no quiero que la gente que durante todo el año ni me han dedicado una palabra ni una sonrisa de buenos días, ahora me vengan con eso de "Feliz Navidad"....no mamen... ¿en serio?...

Creo que la gente está tan idealizada que en navidad hay que ser "Buenas Personas" y un poco más comprensibles, al fin y al cabo, "es navidad"....



Basta de falsedad e hipocresía, que porque sea navidad no significa que tengamos que ser "amigos de todos". Si durante el resto del año no somos nada, ¿Para qué serlo ahora?...¿Navidad o Falsedad? ¿Qué diferencia hay?....

¿Por qué no me gustan las fiestas decembrinas?.
Porque representan verdad cuando son mentiras, amor cuando son odio, transparencia y equidad cuando son corrupción pura.

Porque la Navidad se ha convertido en un motivo y no un fin, un pretexto y no una razón.




















Iniciativa de Ley Federal de Clasificación de Videojuegos

Con fecha de hoy, el Senador Carlos Puente Salas, del Partido Verde Ecologista de México, presentó en el Senado de la República la Ley Federal de Clasificación de Videojuegos, la cual mantiene como principio alejar a la niñez mexicana de títulos que sean considerados violentos, aunque en su redacción contiene más directrices para la venta de entretenimiento digital, como el presentarlos localizados al mercado mexicano.

En la exposición de motivos, que es la justificación que se da a los legisladores para la presentación y posible aprobación de la iniciativa, se expone que "los videojuegos son reconocidos como uno de los posibles agentes en el proceso de socialización de nuestros niños y jóvenes".
Posteriormente, aunque reconoce que los efectos de los videojuegos en la conducta en los niños y jóvenes aún no son claros, asume que para diversos especialistas "los modelos violentos que observa el niño en los videojuegos pueden ser fuente de aprendizaje para éste, ya que la relación que establecen los niños con los videojuegos es interactiva, no son receptores pasivos como en la televisión".

Claramente nos encontramos ante un sistema de regulación similar al de la ESRB utilizado en Estados Unidos y Canadá, o bien, al PEGI, establecido en Europa. En caso de aprobarse esta ley, aplicaría en todo el territorio nacional, es decir, en los 31 estados y el Distrito Federal.

Te presentamos los puntos más significativos de esta iniciativa de ley.

El artículo 5 señala que todo videojuego nacional o importado, que se distribuya en México deberá contar con autorización y clasificación previa de la Secretaría de Gobernación, por lo que no habrá título que no pase por esta regulación.

Por su parte el artículo 7 obliga a que todo videojuego que se quiera distribuir en México por fuerza tendrá que contar con el título traducido al español, ya que será con este nombre con el que verá la luz pública en este país.

Y aqui ya empezamos mal, muchos videojugadores disfrutamos de los videojuegos en su idioma original y a mi en lo personal me resultará desagradable, ya que al igual que cualquier película, serie de TV, etc, se disfruta mucho mejor en su idioma original.

Esta ley, también obliga a que cada título cuente con una descripción clara, y detallada sobre el contenido del videojuego, donde se aborden aspectos como: el contexto, trama, objetivos del mismo, e incluso, información respecto a los contenidos que se vayan desbloqueando conforme se avance en el juego.

Esto le quitaría la magia por completo al juego, ya que lo emocionante de cualquier título nuevo, es avanzar e ir descubriendo por cuenta propia que sorpresas nos tiene preparadas.

Por otro lado, La Secretaría de Gobernación será la única que se encargará de administrar el contenido del Registro Público de Videojuegos. Dicha información estará disponible en un portal de internet, para que cualquiera pueda consultar esta información.

Esta iniciativa contempla el siguiente sistema de clasificación para todo el territorio nacional. I. “AA”: Videojuegos aptos para todos los grupos de edades. Estos deben reunir, como mínimo, las siguientes características:

  • No contener representaciones de violencia física o psicológica ni situaciones que la promuevan.
  • No incluir lenguaje violento o agresivo tampoco sonidos o imágenes que puedan afectar a los niños.
  • No presentar imágenes que promuevan el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas.
  • No contener imágenes de carácter sexual.

II. “A+7”: Son los videojuegos aptos para el público infantil mayor de 7 años. Estos deben reunir las características establecidas para los videojuegos aptos para todos los grupos de edades, pero pueden incluir agresividad mínima dentro de un ambiente cómico o de fantasía.

III. “B+12”: Títulos aptos para adolescentes. Por lo que pueden llegar a incluir un lenguaje un poco más fuerte.

IV. “B+16”: Videojuegos aptos para adolescentes mayores de 16 años, pueden mostrar temas de violencia y lenguaje atrevido siempre que contribuyan a una mejor comprensión de la trama. Además, pueden contener imágenes sobre el consumo moderado de tabaco.

V. “C”: Estos son los juegos adecuados sólo para mayores de 18 años, ya que pueden mostrar temas alusivos a la violencia, lenguaje procaz y frases en doble sentido, También pueden incluir imágenes de carácter sexual explícitas, e incluso, de consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas.

VI. “D”: Videojuegos aptos para adultos, con alto grado de violencia, lenguaje bastante subido de tono, imágenes sexuales explícitas, y consumo de sustancias adictivas.

El artículo 11 nos dice que en caso de que algún videojuego pudiera entrar en dos categorías, se optará por la que corresponda al grupo de mayor edad.

Así mismo, queda prohibida la venta, alquiler o transmisión de videojuegos clasificados con las categorías “C” y “D” a menores de 18 años. Su venta o alquiler requiere la exhibición de identificación oficial con fotografía. Por otro lado, los títulos que cuenten con la clasificación +7, B+12, B+16 sólo podrán ser vendidos o alquilados a menores de edad acompañados de un adulto.

El número de autorización, logotipo institucional y la clasificación correspondiente otorgado por la Secretaría de Gobernación, deberán aparecer, de forma clara y precisa, en el anverso y el reverso del empaque del videojuego. La publicidad con la que cuente cada videojuego, deberá indicar con claridad el número de autorización y la clasificación correspondiente.

A pesar de esto, el control sobre la venta de títulos aptos para adultos, resultaría algo irrisorio, ya que, no faltará el caso en que algún amigo o familiar que sea mayor de edad adquiera determinado título para algún menor de edad, por lo que el control absoluto no existiría.

La Secretaría de Gobernación será en todo momento la que ostente las facultades pertinentes relacionadas a la:

  • autorización de la operación comercial de cada título
  • asignación de la clasificación, así como observar su cumplimiento
  • Administrar el registro público de los videojuegos
  • Evitar medidas que atenten con lo establecido en la ley
  • Imponer sanciones

Sobra decir que la ley se encargará de realizar revisiones periódicas en todos los puntos de venta en el país con el propósito de revisar que se respeten durante todo momento y en caso contrario procederá con las sanciones que considere pertinentes.

Es notorio el interés del Senador Carlos Alberto Puente Salas, en querer establecer todo un sistema que regule a la industria de los videojuegos en nuestro país, sin embargo, tal y como éste señala en su iniciativa, por qué no mirar a otros sistema de clasificación internacionales, los cuales cuentan con décadas de mayor trayectoria, así como con una gran experiencia respecto a este tema.

Por lo que no se tendría que partir desde cero, sino simplemente acoplar lo que internacionalmente ya existe, para así evitar, la pérdida de tiempo y enfocar los esfuerzos en extender estos estándares y ver que se cumplan.

De hecho los videojuegos que llegan a México lo hacen con las clasificaciones de la ESRB, la cual rige toda esta industria en los Estados Unidos y Canadá.

Tan solo el proceso de registrar cada título provocará que los juegos lleguen tarde a manos de los consumidores, aspecto que no es nada agradable, en especial cuando en otros países ya se esté disfrutando de dichos juegos.

La iniciativa no es la primera que se presenta en nuestro país, ya que en 2009 diputados del Partido Acción Nacional impulsaron una "Ley de Clasificación y Fomento de Videojuegos, cuya finalidad, además de limitar el acceso de los más pequeños a títulos violentos, era promover la creación en México de juegos acordes con las temáticas académicas. Por el momento, es en este último punto en que la actual propuesta difiere.